Desde los primeros años del testing de software, la meta era demostrar que un programa no tenía fallos. Sin embargo, durante el período entre 1979 y 1982, la mentalidad cambió radicalmente. Glenford J. Mayers señaló que era común seleccionar datos de prueba con menos probabilidad de generar fallos, lo que podía ocultar errores importantes.
A partir de entonces, la mentalidad pasó a ser demostrar que un programa sí tenía fallos, es decir, que no funcionaba como debería. Esto permitió una mayor detección y corrección de errores, lo que a su vez mejoró la calidad del software. Se crearon nuevas técnicas y herramientas para identificar los errores y asegurar que el software funcionara correctamente.
Con la evolución de la tecnología, la complejidad del software aumentó significativamente. El testing se convirtió en un proceso crítico para garantizar la calidad del software antes de su lanzamiento al mercado. Además, se comenzó a incluir el testing en el proceso de desarrollo desde las primeras etapas, en lugar de dejarlo para el final.
Hoy en día, el testing sigue siendo una parte crucial del proceso de desarrollo de software. Las empresas utilizan diversas técnicas y herramientas para garantizar que el software cumpla con los requisitos y sea confiable y seguro para el usuario final. Algunas de estas técnicas incluyen pruebas unitarias, pruebas de integración, pruebas de aceptación, pruebas de rendimiento y seguridad, entre otras.
La evolución del testing ha sido fundamental para mejorar la calidad del software y garantizar su éxito en el mercado. Si deseas que tu empresa tenga éxito en el mercado de software, asegúrate de incluir el testing en tu proceso de desarrollo. ¡Prueba nuestra solución de testing hoy mismo y asegura el éxito de tu empresa!
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